El gobierno de México mostró este martes su preocupación por la falta de control para detener el derramede crudo en el Golfo de México, el cual inició el pasado 20 de abril y ha provocado la contaminación de un ecosistema compartido por Estados Unidos, Cuba y este país.
CIUDAD DE MÉXICO (EFE) —"Mientras el derrame continúa, la preocupación del gobierno de México existe en virtud de que, conforme pasen los meses, los movimientos de las corrientes se modifican y el punto clave se dará a principios de otoño", dijo a EFE el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Luis Fueyo McDonald.
Hasta ahora la mancha ha sido empujada "hacia el noreste" pero en pocos meses se prevé "que empiece a moverse hacia el noroeste y desde las costas de Texas puedan jalar, si continúa el derrame, la mancha hacia costas mexicanas", indicó Fueyo McDonald.
El alto funcionario lamentó que por ahora todos los esfuerzos realizados para frenar el derrame hayan resultado infructuosos.
Según Fueyo McDonald, para el gobierno mexicano lo intentado hasta ahora "son soluciones parciales que no nos dejan tranquilos sobre que haya un total y absoluto control del derrame".
El funcionario explicó que este martes un barco oceanográfico ha comenzado "a verificar el estado de salud de las aguas nacionales" con la toma de muestras de agua y material marino a profundidades de hasta 1,500 metros frente a las costas de los estados de Tamaulipas y Veracruz, dos de los potencialmente afectados por el vertido.
En México se activó el Plan Nacional de Contingencia contra derrames, que en una primera fase busca capacitar a 50 personas que, a su vez, expliquen qué hacer y cómo actuar a miles más que habitan en pueblos pesqueros y comunidades costeras mexicanas.
Fueyo McDonalds señaló que "en el día a día" hay un seguimiento de la situación junto al Servicio de Guardacostas estadounidense y otras dependencias a la espera de que se controle plenamente el vertido, algo que se prevé que ocurra quizás a fines de agosto, cuando estén listos "pozos de alivio" en la zona donde se hundió la plataforma Deepwater Horizon en abril pasado.
Una vez que haya control de la fuga, los gobiernos de Estados Unidos y México tienen previsto realizar un estudio de impacto conjunto que –según las peticiones mexicanas-, esté acompañado de un proceso de vigilancia en la zona durante al menos cinco años.
El funcionario mexicano recordó que en el Golfo de México "no hay fronteras" ya que la zona, donde comparten aguas Cuba, Estados Unidos y México, "es un ecosistema integral" donde hay especies compartidas.
Noticia tomada de CNNMexico.com.mx
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